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Cómo elegir una chaqueta para clima frío

¿Cómo elegir una chaqueta para el invierno o para los días fríos y húmedos de otoño? La respuesta la encontrarás en nuestro artículo.


Contenido

 

Lo que está impulsando  últimamente  el mercado de la ropa outdoor es la tendencia de minimizar. Cuanto más ligero y plegable, mejor. Una chaqueta que pesa menos de  90 g y tiene el tamaño de una pelota de golf una vez empaquetada no es una excepción. Sin embargo, el minimalismo no juega un papel tan crucial en las alegrías invernales y los paseos otoñales como en las largas caminatas o las escaladas, donde cada gramo cuenta.

Más interesante para nosotros es la inclinación hacia fuentes de materiales naturales y más ecológicos o directamente renovables.

Así,  en la oferta de la mayoría de los mejores fabricantes se pueden encontrar plumas como aislante aún insuperable, fibra de bambúlana.


Haga clic en la imagen para ver nuestra gama de chaquetas de membrana. 

 

¿Cómo elegir la chaqueta ideal para actividades de invierno y climas fríos y húmedos?

La clave para elegir una chaqueta adecuada es priorizar la comodidad y asegurarse de que cumpla con las necesidades específicas de cada actividad. Una chaqueta cómoda le proporcionará el confort necesario para disfrutar plenamente de sus aventuras al aire libre. Antes de elegir, es importante hacerse las siguientes preguntas: ¿Para quién es la chaqueta? ¿Para qué actividad la usaré? ¿Con qué frecuencia la necesitaré? ¿Qué características espero de ella?

Recientemente, enfrenté este dilema y decidí optar por una solución versátil. Mis recursos financieros y el espacio en mi armario no me permitían tener una chaqueta diferente para cada actividad planeada. Por ello, elegí una chaqueta de membrana sin aislamiento térmico, pero con características prácticas como cinturón desmontable, capucha plegable, mangas integradas y ventilación en las axilas.

Esta elección me permitió tener una chaqueta que, aunque con algunas limitaciones, puedo usar tanto en las pistas de esquí como en senderismo, recorridos por la nieve e incluso en condiciones meteorológicas adversas del día a día.

 

¿Es necesario que la chaqueta tenga una columna de agua?

Antes de decidir, es importante entender qué significa la columna de agua y por qué este valor es tan relevante al elegir una chaqueta. La columna de agua, medida en milímetros, indica la cantidad de presión de agua que un material puede soportar en condiciones de laboratorio antes de que el agua penetre en él. En términos simples, representa el nivel de impermeabilidad del tejido.

En la práctica, el rendimiento del material puede variar dependiendo de las condiciones reales. Si practica esquí recreativo y no se cae con frecuencia, una columna de agua de 3000 mm será suficiente. Si hace snowboard o actividades con más contacto con la nieve, necesitará al menos 5000 mm para mantenerse seco. Para paseos otoñales, una chaqueta con 5000 mm debería protegerlo de lluvias ligeras, pero para lluvia fuerte o persistente es mejor optar por una chaqueta de membrana de alta calidad con una columna de agua de 10000 mm o más o incluso una completamente impermeable.

Sin embargo, una columna de agua alta no garantiza por sí sola que estará completamente seco. Otros factores como el diseño de las costuras, las cremalleras, la ventilación y el uso adecuado de capas de ropa (layering) son igual de importantes para mantenerse seco y cómodo en cualquier actividad.

 

¿Qué pasa con el layering?

Es fundamental recordar que, sin un correcto layering de ropa, incluso una chaqueta de invierno de alta calidad no cumplirá con su propósito. El layering, conocido como efecto cebolla, consiste en la superposición de capas individuales de ropa para lograr el nivel de comodidad y protección necesarios. Este sistema se basa en tres capas básicas:

  1. Primera capa (transporte): ropa funcional que elimina la humedad del cuerpo.
  2. Segunda capa (aislante): prendas como forros polares que retienen el calor.
  3. Tercera capa (protectora): chaquetas que protegen del viento, la lluvia o la nieve.

Aunque tiene muchas opciones para combinar la ropa, es importante evitar materiales como camisetas de algodón o camisas de franela, ya que no transportan bien la humedad y tardan en secarse. Para las capas, elija tejidos técnicos que absorban poca humedad, se sequen rápidamente y garanticen un buen transporte de la humedad hacia el exterior.

 

¿Gruesa o fina?

Siempre que se sigan los principios correctos del layering, no hay gran diferencia entre elegir una chaqueta con aislamiento o una chaqueta fina combinada con una sudadera de forro polar o una chaqueta softshell debajo. Personalmente, prefiero usar más capas finas, ya que ofrecen mayor versatilidad en las prendas y permiten ajustar mejor el confort térmico según las condiciones.

Lo explicaré con un ejemplo:

Por supuesto, puede llevar una chaqueta gruesa y bien aislante a la montaña. Sin embargo, si durante el día la temperatura sube, ya sea por el clima o la actividad física, querrá quitársela. El problema es que, si debajo solo lleva una fina sudadera de microforro polar, pasará rápidamente del calor al frío, sin opciones intermedias para ajustarse.

En cambio, si opta por una chaqueta ligera y combina una sudadera de microforro polar con una chaqueta softshell o de plumas, tendrá la posibilidad de quitar o añadir capas según sea necesario. Esto le permitirá adaptarse mejor a los cambios de temperatura y mantener siempre un confort térmico adecuado. Este enfoque no solo es más práctico, sino que también hace que su equipo sea más versátil para diferentes actividades y condiciones.

 

¿Por qué elegir una chaqueta de plumas?

Aunque muchas personas descartan las plumas, la realidad es que no existe un mejor material aislante en el mercado. Es cierto que los rellenos sintéticos, como el reconocido Primaloft, han ganado popularidad debido a sus ventajas. El Primaloft destaca por su baja absorción de agua y su capacidad para mantener el rendimiento incluso en condiciones húmedas, lo que llevó a las plumas a perder protagonismo durante un tiempo.

Con el paso del tiempo, las plumas pueden perder su repelencia natural al agua, lo que provoca que se apelmacen, reduciendo su capacidad para retener aire y, por ende, su capacidad aislante. Sin embargo, en condiciones secas y extremadamente frías, como en la alta montaña, las tundras o las taigas, las plumas siguen siendo insuperables. El problema con la humedad, que históricamente afectaba su desempeño en climas como el nuestro, ha sido resuelto gracias a avances en el tratamiento de las plumas y su mantenimiento adecuado.

El secreto está en el tratamiento previo de las plumas antes de ser utilizadas como relleno y en el uso de productos específicos para su cuidado. Hoy en día, existen agentes impregnantes especializados que hacen que las chaquetas de plumas sean resistentes incluso a la humedad más intensa. Por ejemplo, durante la feria mundial OutDoor en Friedrichshafen, Alemania, se presentó un producto de Nikwax que reduce drásticamente la capacidad de las plumas de absorber agua. Tanto es así que lograron realizar una demostración donde un saco de dormir impregnado con plumas, con una persona dentro, flotaba sobre el agua en una laguna. Algo que antes era impensable.

Gracias a estos avances, las chaquetas rellenas de plumas se han consolidado como una de las opciones más cálidas para el invierno. Sus excelentes propiedades aislantes las convierten en una elección inigualable para quienes buscan confort térmico en condiciones extremas

 

Haga clic en la imagen para ver nuestra gama de chaquetas de plumas. 

 

Cómo mantener una chaqueta

El cuidado adecuado de una chaqueta es una pregunta recurrente: ¿Deben lavarse? ¿Con qué frecuencia? ¿Es seguro usar la lavadora? ¿Y la secadora? ¿Cuándo y cómo impregnarlas? Todas estas dudas son válidas, ya que el mantenimiento correcto depende del tipo de chaqueta y sus materiales.

Regla básica: sigue las etiquetas.
Cada chaqueta viene con una etiqueta cosida en su interior que detalla las instrucciones de cuidado. Si las sigues, no tendrás problemas. Si aún tienes dudas, llevarla a una tintorería es una opción segura, ya que allí sabrán cómo manejarla correctamente.

Lavado en casa: qué evitar y qué usar.
Si decides lavar tu chaqueta en casa, evita los detergentes y suavizantes convencionales, ya que pueden dañar irreversiblemente los materiales funcionales. Lo ideal es utilizar un detergente líquido específico para ropa técnica, que puedes encontrar en tiendas deportivas. Existen tanto opciones universales como productos especializados para diferentes materiales, como plumas, forro polar o softshell.

No es necesario lavar tu chaqueta con demasiada frecuencia, pero hacerlo 2 o 3 veces al año no causará daños. De hecho, mantenerla limpia ayudará a prolongar su vida útil.

Secado y mantenimiento adicional.
Aunque algunos fabricantes prohíben el uso de secadora, marcas como Gore recomiendan directamente secar las chaquetas con membranas Gore-Tex en secadoras, ya que esto ayuda a recuperar su funcionalidad. Nuevamente, la clave está en seguir las recomendaciones específicas del fabricante.

Finalmente, para mantener la impermeabilidad de tu chaqueta, considera impregnarlas con productos específicos según el material. Este paso adicional garantiza que tu chaqueta siga ofreciendo el rendimiento esperado incluso en condiciones adversas.

 

Haga clic en la imagen para ver nuestra gama de productos para el mantenimiento y lavado de la ropa. 

 

Impregnaciones y materiales impermeables

El lavado elimina la suciedad de la chaqueta, pero para recuperar sus propiedades originales, es imprescindible aplicar una impregnación. Aunque no se puede restaurar al 100% el nivel de impermeabilidad original, la impregnación mejorará significativamente su funcionalidad, prolongará la vida útil de la prenda y facilitará su mantenimiento en el futuro. Eso sí, recuerda que no es una solución permanente y deberá renovarse periódicamente.

Existen dos tipos principales de impregnaciones: en spray y por inmersión.

  • Impregnación por inmersión: Se añade al ciclo de lavado en lugar del suavizante y proporciona un efecto general en toda la prenda. Es ideal para un tratamiento uniforme.
  • Impregnación en spray: Se aplica directamente al material exterior de la chaqueta y es especialmente útil para reforzar las zonas más expuestas al desgaste, como los hombros, las costuras y las cremalleras. Recomiendo este método para esas áreas de mayor tensión, ya que garantiza una protección adicional justo donde más se necesita.

Ambos métodos pueden complementar el cuidado de tu chaqueta, dependiendo de su estado y de tus necesidades específicas. Un mantenimiento regular con impregnación garantizará que tu chaqueta conserve sus propiedades impermeables por más tiempo.

 

Enlaces útiles

Autor: Vít Hruška

Fuentes: nikwax.cz,  czechou t.cz, pinguin  cz.cz

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